Algo así tuvieron que pensar los desafortunados propietarios de este Ferrari F340 cuando vieron su flamante caballino rampante siendo remolcado por un insignificante
Daewoo Tico y sus
insignificantes 41cv.


Ocurrido allá donde todavía se ve caer la nieve; Bucarest (Rumania).
Cazados en Blame it on the Voices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario